La libertad en pareja. Belén Pozo Muñoz
En muchas ocasiones acuden a consulta las parejas debido a un problema a la hora de hasta dónde dar libertad al otro, por lo general uno de sus miembros se encuentra agobiado y sin espacio, y necesita tener su tiempo. Pero ¿qué ocurre si hay mucha libertad en la pareja? ¿Dónde está el límite en la libertad?
En teoría lo “ideal” es que cada uno busque su tiempo y su espacio, pero esta decisión en ocasiones no es tan sencilla. Algunas parejas hacen vidas paralelas, y pierden los objetivos comunes como consecuencia del exceso de libertad. Es cierto que esta libertad favorece una disminución de los conflictos, pero debido a que no se comparten proyectos en común se pierde la ilusión, por lo que el exceso de libertad tiene como coste la pérdida de complicidad. Parejas que no tienen un hobbie común, que no ceden por el otro sino que cada uno toma sus decisiones o que pasan muy poco tiempo juntos, dicen no discutir pero tampoco comparten, pasando de ser pareja a ser compañeros.
En ocasiones no se es consciente de esta situación, ya que no conlleva un conflicto visible, pero lo cierto es que tiene como consecuencia, como se comenta anteriormente, la pérdida de ilusión y falta de proyectos en común. La llegada a esta situación es progresiva, comenzando como una forma de solución para evitar los conflictos, pero poco a poco hace que la pareja se aleje. Es muy importante compartir y conversar en una pareja para no perder los objetivos, evitando que estos se conviertan en individuales.
En una sociedad, en la que cada día hay un mayor individualismo, peligra la pareja, que supone objetivos comunes, no pierdas la esencia de disfrutar por compartir, está en tus manos.
Si ves que cada día estáis más alejados, no dudes en consultar a un profesional y recuperar la llama e ilusión que os hizo uniros.