Somos uno más uno, no dos
En ocasiones las parejas que acuden a terapia de pareja solicitan ayuda porque uno de los miembros de la misma no encuentra su sitio, se siente agobiado y percibe que el otro no le deja espacio ni tomar parte de las decisiones.
El tradicional amor romántico, de las películas, se caracteriza porque en una pareja uno depende el otro y sin él no es nada. Ambos miembros son uno solo y todo lo hacen juntos, el no estar juntos supone traicionar al otro o no contar con él. ¿Todo esto es real? ¿es una relación sana?
Lo cierto es que el estar convertidos en uno solo favorece que los miembros de la pareja desaparezcan como personas y que ambos miembros no se sientan bien, llega un momento en el que la falta de hobbies, ocio y relaciones con otras personas, genera crispación en la pareja así como monotonía y falta de chispa. Es necesario que en las parejas cada uno tenga su espacio, su momento y su espacio, de esta forma se siente más parte del otro si cabe y además se enriquece la pareja y la comunicación entre ambos.
Tener una pareja no significa convertirse en uno de dos, sino ser parte de un dos.
Belén Pozo
Psicóloga