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Anuptofobia, fobia a la soltería

Anuptofobia, fobia a la soltería

“Quedarse para vestir santos”, “solterona”, “con ese carácter te quedarás soltero/a”…

 Estas expresiones bien conocidas por la mayoría de la sociedad, afortunadamente cada vez son menos frecuentes y van perdiendo peso como ideas arraigadas entre la población.  Actualmente, cada vez más es posible elegir poder estar o no en pareja sin que ello suponga algo negativo, estigmatizante o extraño.

No obstante, debido en parte a esas ideas, a su extensa transmisión intergenracional, así como a la quizá excesiva valoración de tener pareja que aun hoy en día persiste en nuestro contexto sociocultural, este hecho es todavía hoy muy valorado, deseado e incluso necesitado por los sujetos, muchos de los cuales sin tener pareja parecen no tener razón de ser; para algunas personas el mero supuesto de no tener pareja puede suponer todo un fracaso vital.

Así pues, en relación a esto, desde el ámbito de la Psicología Clínica se ha podido observar la aparición y el desarrollo de determinadas patologías asociadas a la necesidad de tener pareja, entre otras la denominada anuptofobia.

Se define de modo general la anuptofobia como el miedo irracional y excesivo a quedar soltero; los individuos que la padecen experimentan pánico ante la posibilidad de no tener pareja, circunstancia que les puede conducir incluso a mantener relaciones dañinas, tóxicas o traumáticas con tal de no quedar sin pareja.

Su sintomatología, como la de cualquier otro tipo de fobia, puede variar dependiendo de su grado de severidad así como de la persona que la experimente, no obstante, de modo general se describen síntomas como ansiedad elevada, síntomas relacionados con el pánico como falta de aire, taquicardias, sudoración excesiva…, obsesiones y afectación significativa que se extiende a los diferentes contextos en los que el sujeto se desenvuelve.

Algunos factores de riesgo, que pueden predisponer a la manifestación de tal patología y que pueden confluir como causas de la misma son, entre otros:

  • La baja autoestima.
  • La excesiva influencia de la valoración y opinión de los demás sobre uno mismo.
  • El miedo excesivo al fracaso.
  • La visión distorsionada del concepto de relación de pareja.
  • La presencia de creencias irracionales asociadas a la soltería.
  • El miedo exagerado e irracional en relación a la soledad.

Para superar tal afectación, a menudo es necesario la ayuda profesional para la consecución del cambio y la modificación de ideas y síntomas, a través de diferentes enfoques y paradigmas psicológicos los cuales ofrezcan un tratamiento integral y ajustado.

Aida Mañero Ocarranza

Psicóloga

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