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Mitos sobre las relaciones de pareja y la sexualidad

  • En una buena relación de pareja, él y ella deben hacerlo todo juntos → Este mito surge del ideal de amor romántico en el que ambos miembros de la pareja convivirían en una fusión total, convirtiéndose en uno solo. Sin embargo, está comprobado que mantener espacios propios favorece el buen desarrollo de la pareja.
  • La pareja ideal es aquella en la que sus miembros conocen todo el uno sobre el otro → Para combatir este mito muy extendido, se parte de la idea base de que el total y absoluto conocimiento de todo lo relativo al otro resta atractivo, se considera incompatible y disminuye el deseo. No se trata de tener secretos, sino más bien, mantener ciertas dosis de sorpresa, novedad o misterio.
  • Tener un hijo ayuda a mejorar la relación de pareja → Si una pareja no tiene bien asentadas sus bases, principios y valores antes de tener descendencia, este hecho no hará que la relación vaya mejor a pesar de que el nacimiento de un hijo pueda suponer una gran alegría; más bien ocurre todo lo contrario, ya que todo lo que supone la crianza y cuidado de un bebé saca a relucir y exacerba aquello que no está bien construido.
  • Antes de trastocar la vida de un hogar, es mejor seguir con un matrimonio infeliz → En caso de que un matrimonio o una relación de pareja esté definitivamente rota, es preferible una buena separación que una vida en común alterada y provocadora de malestar. Esta idea suele estar muy arraigada en el caso de matrimonios con hijos en los que se considera que el bienestar de éstos únicamente depende de que sus padres estén juntos, sea de la forma que sea.
  • En el verdadero amor, el otro sabe en todo momento que es lo que uno piensa y siente → De nuevo este mito surge del ideal de amor romántico en el que se supone que, derivado de la fusión total, sólo existe una mente pensadora, por tanto uno en todo momento puede (y debe) saber que es lo que piensa o necesita el otro. Es cierto que, tras varios años de relación es posible saber esto en algunos momentos, pero no siempre ya que a pesar del tiempo se siguen siendo dos personas con dos formas de pensar y actuar propias.
  • A ciertas edades ya no es posible tener relaciones sexuales → El sexo no es algo dependiente de la edad sino más bien del deseo, de la imaginación y de la interpretación del mismo que hagan los miembros de la pareja. Aunque ya no exista capacidad reproductiva sigue habiendo sexualidad.
  • Tener sexo sólo es llegar al orgasmo → Es común pensar que si los dos miembros de la pareja no llegan al orgasmo, la relación sexual no cuenta o a sido negativa, sin embargo es necesario tener en cuenta que en el sexo no solo cuenta el llegar a este momento sino también otros actos (besos, caricias…) que producen placer.
  • Todo contacto físico debe llevar a un encuentro sexual → Besarse, abrazarse, acariciarse… son actos que forman parte de la relación sana y normal de cualquier pareja y no necesariamente deben conducir a una relación sexual, en algunas ocasiones sí y en otras no dependiendo del lugar, el momento o la situación en la que esa pareja se encuentre.
  • No importa el estado anímico y personal, siempre hay que tener ganas de mantener relaciones sexuales → Como se ha comentado en puntos anteriores, el sexo está muy relacionado con el deseo, la imaginación, el juego… por esto cuando se tiene un estado de ánimo más bajo que de costumbre, quizá no se tengan las mismas ganas de mantener relaciones sexuales. No obstante, sí se sabe que, a la inversa, mantener relaciones sexuales mejora el estado de ánimo debido a la liberación de endorfinas entre otros aspectos.

Aida Mañero

Psicóloga

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