Volver a ser novios. Belén Pozo Muñoz
Muchas parejas que acuden a consulta dicen haber perdido la chispa en el otro. Se pasa de ser novios a tener hijos, y sólo cuidan ese rol de padres, cuando los hijos crecen y empiezan a ser autónomos, miran a su pareja, que han descuidado durante años y no encuentran nada.
Empiezan a sentirse solos y se dan cuenta de que la persona que tienen al lado no es la que tenían antes, ya no es lo mismo…………………………………………. ¿Y ahora qué?
¿Se puede recuperar la chispa? ¿Podemos volver a ser novios?
El enamoramiento es un sentimiento que tiene fecha de caducidad a nivel neuroquímico, pero de nosotros depende que siga viva la llama.
Imaginemos que compramos una semilla para plantarla en una determinada época del año, si las regamos diariamente, una bonito árbol crecerá que nos dará sombra y nos apoyaremos en él cuando estemos cansados. ¿Por qué cuando compramos la semilla del amor, una vez que la tenemos la dejamos de regar? ¿no la ponemos en el mejor tiesto, ni la colocamos al sol?
Con el paso de los años se marchita la planta del amor sino la regamos. Con el tiempo cuando nos damos cuenta de que la planta aún sigue ahí, vemos que no es el árbol en el que esperábamos apoyarnos.
Os proponemos que os dejéis llevar por el corazón, que cerréis los ojos y os imaginéis cuando erais novios ¿qué cosas hacíais? ¿qué destalles teníais con el otro? ¿a qué restaurante os ibais a cenar? ¿qué colonia usabais? ¿qué ropa os poníais? ¿a qué cine ibais? ¿cómo llamabais a vuestra pareja?.
Todo lo que os habéis imaginado os daba la chispa. Te proponemos que este fin de semana vayáis a ese restaurante en el que tanto os reíais, os vayáis al cine al que solíais ir, o paseeis por el parque en el que hablábais durante horas.
Nunca es tarde para regar la planta y que vuelva a renacer.