Discutimos por cualquier cosa ¿qué podemos hacer? Belen Pozo
Son numerosas las parejas que acuden a terapia por discusiones mantenidas en el tiempo y con mucha frecuencia. La mayoría de las veces el motivo de la discusión no tiene una importancia aparente pero en realidad el por qué de esta situación tiene un trasfondo que está latente de tiempo atrás.
Por lo general uno de los miembros de la pareja tiende a evitar estas discusiones y esto le hace al otro sentirse incomprendido. Antes estas circunstancias las parejas no entienden el por qué de la situación e intentan de todas las maneras posibles cambiarla, sin obtener resultado ya que las causas de la misma están ocultas, en la base del problema del iceberg.
Algunas de las problemáticas que pueden estar causando las discusiones mantenidas son:
– Problema de comunicación
– Falta de espacio personal de los miembros de la pareja
– Ciclos vitales de la pareja no superados
– Diferencia en las expectativas respecto de la pareja
– Falta de dedicación a la pareja
– Inadecuado manejo de los conflictos
– Situaciones problema negados o evitados
– Necesidad de adivinación del pensamiento
– Deseo de cambio del cónyuge no comunicado
Estas y otras pueden ser las causas que mantengan la situación y favorezcan la discusión. Para llegar a las mismas es importante acudir a unos profesionales que analicen el por qué de la situación y entrenen a la pareja a evitar que la próxima vez suceda algo similar.