LA PAREJA EN LA SOCIEDAD INDIVIDUALISTA. Belén Pozo Muñoz
El último fin de semana fui a buscar una almohada para una cama de matrimonio y el dependiente me comentó que ahora ya casi no se venden las almohadas de 1,35 o 1,50, que es mejor dos individuales para que cada uno elija la que mejor le viene, qué está pasando, pensé.
Parece que nuestra sociedad ha pasado de basarse en el apoyo mutuo y las relaciones interpersonales a la individualidad y relaciones intrapersonales, de mirar por el bien del otro a buscar sólo el propio beneficio, de buscar la almohada que mejor nos venga a los dos a buscar cada uno con la que más se sienta a gusto, perdiendo el compartir por el beneficio propio. Se ha pasado en general de la cooperación y apoyo mutuo a la competencia. ¿Cómo esto ha influido en las relaciones de pareja?
Las relaciones de pareja, al igual que la sociedad, han pasado de un polo a otro, en el que cada uno de los miembros dependa de manera extrema del otro para tomar una decisión o realizar cualquier actividad, a llevar cada uno una vida paralela en la que ambos busquen su propia felicidad de manera individual.
¿A dónde está llevando todo eso? ¿Cómo afecta al estado psicológico? ¿Qué polo es el más adaptativo?
Todo ello nos está llevando a una continua búsqueda de la felicidad, a una frustración y a una vida en soledad, estando rodeados de gente. Hay un vacío en los éxitos que necesita ser llenado por el compartir con el entorno, la carencia de los mismos lleva al sujeto a buscar el bienestar por otras vías, la tan ansiada sensación de bienestar. Todo ello hace que ambos miembros de la pareja tiendan a elaborar proyectos de vida paralelos, los cuales favorecen que sus caminos se separen en mayor medida, conviviendo juntos y viviendo separados.
A nivel psicológico, el no compartir intereses comunes o planes de futuro hace que el sujeto se desmotive en mayor grado y no disfrute del mismo modo de sus logros. Esto puede generar en ocasiones sensaciones de vacío o de no saber hacia dónde dirigirse. Somos unos seres sociales y necesitamos del resto para conseguir nuestro bienestar.
Como ocurre en otros muchos aspectos, lo mejor es el punto medio de los polos, en el que los miembros de la pareja buscan una felicidad común basada en el bienestar de un mismo sin olvidar al otro. En este punto se comparten objetivos, proyectos y aficiones y a su vez no se dejan de lado deseos individuales, los cuales son compartidos con la pareja.
Es muy importante que dediques tiempo a escuchar a tu pareja, que compartas tus sueños y logros, y juntos vayáis construyendo un camino en el que haya paradas y atajos en las que cada uno podáis descansar y disfrutar de vuestros deseos individuales.