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Cómo puedo hacer para que cambie

¿por qué acudir a terapia de pareja? ¿qué me voy a encontrar?Cómo puedo hacer para que cambie

En el día a día la convivencia en pareja se hace en ocasiones difícil y según pasan los años esto parece que se hace cuesta arriba. Cada miembro de la pareja mira al otro y se pregunta cómo ha cambiado tanto, qué ha hecho para hacer aquello que más le molesta.

¿Las parejas cambian con los años? ¿las personas cambian su personalidad?

Como todo en la vida las parejas cambian con el tiempo, evolucionan y se adaptan a las diferentes etapas y circunstancias de la vida. El tiempo hace que la persona poco a poco vaya puliendo su forma de actuar y en ocasiones los defectos o errores se polarizan.

¿Si cambiamos tanto, cómo puedo hacer para que deje de hacer eso que tanto me molesta?

Hay dos maneras de que la otra persona cambie:

  • Atendiendo a aquellas veces que lo hace bien. Hoy en día vivimos en una sociedad en la que nos fijamos en lo que los demás hacen mal para decírselo y que lo cambien, pero cuando lo hacen bien no lo decimos, bien porque consideramos que es lo normal o por miedo a que vuelva a hacerlo mal. Pero el cerebro no aprende de este modo, la única manera para aprender es recibiendo un feedback positivo de aquello que hacemos bien, de este modo se producirá un condicionamiento de la conducta y esta aparecerá en mayor probabilidad.
  • Cambiando nosotros. En la convivencia en la mayor parte de ocasiones se entra en una rutina en la que se espera que el otro cambie para cambiar uno mismo, pero lo malo de ello es que el otro está haciendo lo mismo. Es el llamado “Efecto frontón”, o tú tiras la pelota o no te vuelve para jugar. Las parejas que han intentado esto se muestran muy satisfechas ante los cambios, cuando un miembro de la pareja cambia algún aspecto que sabe que el otro necesita, se genera un clima de bienestar que favorece el cambio recíproco.

Ya tienes la fórmula mágica para que cambie, dile que lo está haciendo y hazlo tú, verás como en una semana el ambiente es más tranquilo y favorecedor.

Belén Pozo

Psicóloga

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