“Acudimos a consulta porque había una falta de comunicación entre nosotros, apenas nos hablábamos, no hacíamos nada juntos y nuestra vida diaria se había convertido en una gran monotonía, habíamos entrado en una espiral en la que los fines de semana se hacían eternos, él todo el día sentado frente al televisor y yo leía o veía cosas en internet. Apenas hablábamos y cuando lo hacíamos era para discutir. Yo sentía que no estaba disfrutando de la vida, que pasaba el tiempo y me veía estancada sin un objetivo o una ilusión. Hablamos alguna vez de separarnos pero aún nos queríamos y por otro lado, económicamente no era el mejor…