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1 más 1 no son 2

Vivimos en una sociedad cada vez más individualista donde cada uno mira por sí mismo, donde las relaciones se establecen por propio interés o conveniencia: “me viene bien, me interesa” de este modo el otro se convierte en un medio para conseguir un fin.

En los trabajos, a la hora de ascender o destacar, no importa nada ni nadie, solo la persona como individuo en busca de su beneficio. Y la frase “trabajo de equipo” se convierte en ciencia ficción.

Pero cuándo vamos a entender que mi beneficio es el tuyo y que el tuyo es el mio. Somos un todo, y todas las partes son importantes para funcionar como unidad, si el corazón falla, fallan los pulmones y si fallan los pulmones, falla el corazón.

Cada vez nos encontramos más en terapia de pareja, dos personas que funcionan de este modo sin darse cuenta de este hecho. Cada uno mira su beneficio, “si tú no pones la lavadora, yo hoy no recojo la cocina”, “Si tú no me dices que me quieres, pues yo tampoco”, “Si tú quieres quedar con tus amigos pues yo quedo con los mios” y “Si tú miras por tu familia, pues yo miro por la mia”.

Y de este modo es imposible funcionar, tú no me mandas oxígeno y yo no bombeo sangre, por lo que vamos muriendo poco a poco.

Si un equipo de trabajo multiplica su rendimiento al trabajar en equipo, una pareja que funciona como una unidad es igual a la expresión más alta de felicidad.

Al crear una pareja construimos una nueva unidad que necesita de ambos para poderfuncionar, así que empieza a mandar sangre para poder recibir oxígeno.

Elisa Vaca López. Psicóloga

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